top of page

Navidad con 40 grados

¿Por qué comemos comidas pesadas en Navidad?, ¿Por qué nos juntamos y comemos en la vereda, o en la entrada a casa, a la vista de todo el mundo?, ¿por qué decoramos como si viviéramos en el hemisferio norte?... Estamos en verano y en San Juan con mucho calor.

La avasallante publicidad y la invasión de productos extranjeros han hecho que una Navidad en mi provincia: San Juan, en Argentina, parezca irreal. Desde pequeña vi películas, comerciales, y productos que me mostraban una Navidad que difería de lo que ocurría en mi casa. Grandes y pomposos árboles navideños, luces imponentes en hermosas casas, abundantes regalos debajo de un árbol colocados por Santa Claus, y afuera una nevada. Nada más diferente a lo que siempre viví. Árboles cada vez más pequeños porque las casas son cada vez más diminutas, y cuando no lo son no hay mucho interés en dedicar demasiado tiempo en armar el árbol; luces en algunas casas pero no abundantes; regalos que pueden ir desde golosinas hasta productos costosos, siempre dependen de la familia y de cuánto pueden gastar pero nunca son como lo que se ve en las películas. Y lo más hermoso: afuera 40 grados, si tenemos suerte 38. Agobiante calor que no se pasa ni entrada la madrugada.

La blanca Navidad no existe en mi ciudad, y lo mismo consumimos turrones, maní con chocolate y un montón de productos “navideños” que son geniales consumir en el hemisferio norte en diciembre, pero no en San Juan. Acá en esta época los 40 grados son casi una constante, y muchas veces superándolos. En enero es el mes en el que se registran las mayores temperaturas, pero fin de año suele estar casi a la misma altura ¿Alguien viviendo en el norte del mundo se imagina comer tantas comidas con altas calorías con más de 40 grados?

La postal de San Juan, y posiblemente de gran parte de Argentina, es una reunión familiar; con la mayor participación de personas posible. Siempre en el patio del fondo de la casa o en la vereda, ante la mirada de todos los vecinos y de quienes pasan. Una mesa larga alrededor de la que se sentarán todos los familiares pasadas las 12 de la noche. Muchos llegan a la vivienda designada como anfitriona minutos antes, esperando que refresque o terminando de preparar los sándwichs, carnes, lechones, pollos rellenos, empanadas y todo lo que se les pueda ocurrir. Todo en grandes cantidades, para que no falte, como si el exceso de comida fuera símbolo de prosperidad y felicidad en Navidad. Atracones de comida que intentan ser bajados con sidra, fernet, clericó, champaña o vino, al mismo tiempo que se hace la “picadita navideña” con turrones, maníes, chocolates, pan dulce y budín. Todo consumido en un par de horas ¡Una locura!

El día de Navidad suele ser nuevamente una juntada a almorzar lo que sobró de la noche, que como les dije es mucho siempre. Y luego camping, pileta, río o instalarse debajo del aire acondicionado. Esta última suele ser la opción menos elegida, la Navidad en San Juan es encuentro, salir a comer asado al campo, o simplemente juntada en la casa que tiene pileta. Otra vez habrá sidra con maní con chocolate, pan dulce con nueces, almendras y frutas al amparo de una elevada temperatura y en plena siesta con un sol a full. Si alguien sabe por qué lo hacemos así me gustaría saberlo… a mí me gusta la Navidad y comer todo esto a pesar del clima, pero si lo pienso es muy irracional y atenta contra nuestra salud.

En fin... el fin de este post no es criticar cómo se vive la Navidad en mi ciudad, sino solo contarlo, porque no todo es como se ve en el cine, en los productos, o en los adornos, hay una forma diferente de hacerlo y de vivirlo que quizás podría estar bueno mostrar alguna vez también ¿Vos como vives la Navidad?

  • Google+ Black Round
  • Facebook Black Round
  • Twitter Black Round

Nombre

Email

© 2023 Creado con Wix.com

bottom of page